Tal
como se reconoce en la memoria del Mapa de Paisajes de Andalucía, “en las sociedades avanzadas y prósperas el
paisaje se está convirtiendo en un elemento de calidad de vida y su disfrute en
un derecho personal y colectivo”. En este sentido, el Proyecto AQVA DVCTA
está incorporando la dimensión paisajística del acueducto romano de Cádiz para
ensalzar el valor patrimonial, cultural e histórico de esta gran obra hidráulica romana.
El
paisaje del acueducto de Gades se puede entender de dos formas: por un lado el
acueducto en el paisaje, como parte propia y configuradora del mismo; y por
otro, el paisaje entorno al acueducto, sus características, su evolución, percepciones sociales, valores, etc., y sus
relaciones con el mismo.
A
través de los diferentes trabajos de investigación que se han hecho sobre el
acueducto de Gades, hoy sabemos que se trata del más largo de la Hispania
romana. También sabemos que fue uno de los acueductos más complejos, ya que
para poder llevar el agua desde el manantial de El Tempul (San José del Valle)
hasta la actual ciudad de Cádiz, distantes entre sí más de 55 km, se usaron diversas
técnicas hidráulicas como canales abiertos, tuberías a presión y sifones
invertidos que permitían salvar arroyos, zonas de marisma y extensos tramos a
nivel del mar en la zona del litoral gaditano.
En
efecto, con un rápido recorrido a vista de pájaro sobre el trazado del acueducto
podemos comprobar cómo éste va salvando una serie de importantes obstáculos geográficos,
como la garganta de Bogas o Boca de la Foz, las faldas de la Sierra de las
Cabras, la abrupta Sierra de Dos Hermanas, el amplio valle de los Arquillos por
donde discurre el arroyo Salado de Paterna, el Cerro de los Arquillos, los
relieves acolinados de Fuente del Rey y la Loma de las Herrerías y, en la parte
final, se adentra en las marismas de la Bahía, salvando el Caño Zurraque, hasta
llegar a Cádiz a través del istmo que la une con San Fernando.
Es por
lo tanto fácil imaginar que una obra de tal dimensión y complejidad debería
conformar en sí misma un paisaje muy singular, parecido a los que forman los restos
existentes en lugares como Aspendo. Sin embargo, cuando el acueducto deja de
funcionar, por motivos y en época aún desconocidos, la obra empieza a languidecer,
y el paso del tiempo y la mano del ser humano han ido borrando buena parte de
sus restos y, por tanto, su impronta en el paisaje.
De los
restos que aún se conservan de forma visible, que son testigos de la dimensión
de la obra, y que representan parte del paisaje de la campiña de Cádiz, hay que
subrayar los existentes en el valle de los Arquillos (Torrecera, Jerez de la
Frontera). En este paraje, cuyo topónimo parece provenir de los restos de
arcadas que aún se conservan, se localizan los rastros de uno de los sifones
del acueducto.
Por
las amplias dimensiones del valle, las diferentes referencias históricas que
describen el acueducto en este paraje, los estudios realizados hasta la fecha y
los vestigios existentes en la zona, compuestos por dos grandes torres, y
restos dispersos de las arcadas del venter
que salvaba el arroyo Salado, se piensa que el sifón tubo un recorrido
aproximado de 3,5 km y estaba formado, entre otros elementos, por una serie de
tuberías, compuestas al menos por 11.500 piezas talladas en piedra caliza.
Con
tales dimensiones, el sifón de Los Arquillos fue uno de los puntos más
singulares del acueducto de Gades, y de conservarse hoy en día de manera
íntegra, se podría hablar de uno de los paisajes patrimoniales más importantes
de Andalucía. No obstante, ello no desmerece el paisaje que conforman las
torres de la Rendona y del cerro de Los Arquillos, y la línea discontinua que
dibujan los restos del venter sobre la llanura del arroyo Salado de Paterna.
Estas infraestructuras hablan de un paisaje que ha mutado, dejando en el
paisaje de la campiña una huella especial y única que revaloriza y fortalece
las panorámicas que en este lugar protagonizan los grandes campos de secano y los
cortijos.
Por
otro lado, tal como mencionábamos al principio, una aproximación inicial a los
paisajes del acueducto también puede hacerse en torno a los paisajes que le
rodean. Tomando como primera referencia el ya citado Mapa de Paisajes de
Andalucía, observamos que el acueducto de Gades transita por tres grandes
comarcas paisajísticas: la campiña de piedemonte subbético, representada por la
sierra de las Cabras; las campiñas alomadas y acolinadas de Arcos, Jerez y Medina
Sidonia; y las costas bajas y arenosas de la Bahía de Cádiz.
Cada
una de estas comarcas guarda paisajes de gran belleza y riqueza natural, como las faldas
de la sierra de las Cabras, la Garganta de Bogas, la laguna del Comisario, o la
playa de Cortadura, o profundo significado cultural, como la campiña y sus
cortijos y cortijadas, molinos y lagares, vías pecuarias, campos de secano,
fortificaciones y torres defensivas, etc., o la Bahía de Cádiz, un espacio de
gran fragilidad, belleza y valor natural que ha sido antropizado desde tiempos
históricos por los usos urbanos, pesqueros, agrícolas, portuarios, turísticos,
que se han imbricado con la propia naturaleza y el paisaje.
En algunos puntos de este elenco de paisajes, el acueducto forma parte de los mismos, y en otros se integra en su
espíritu. Durante los próximos meses iremos desgranando los parajes más
singulares donde el acueducto es parte y esencia del paisaje.
Para más información:
- Atlas de Andalucía. Tomo II. 2005.
Consejerías de Medio Ambiente y Obras Públicas y Transportes de la Junta de
Andalucía.
- Convenio Europeo del Paisaje:
- Sistema Integrado de Información del Paisaje. REDIAM:
http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/site/rediam/menuitem.04dc44281e5d53cf8ca78ca731525ea0/?vgnextoid=dc8c4a0be5719210VgnVCM1000001325e50aRCRD&vgnextchannel=d9f803d78270f210VgnVCM2000000624e50aRCRD&vgnextfmt=rediam&lr=lang_es
Bibliografía:
- PÉREZ MARRERO, J.: "Nuevo análisis del sifón invertido de los Arquillos, Acueducto romano de Gades", Cuadernos de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, nº 21, Granada, 2011, págs. 91-126.
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